Con lo bien que se podría estar en la cama.

No se puet dizir que aiga autrau guaire esportibament fablando, anque si lo aiga feito psicolchicament, y prou. Con tot y con ixo soi tornau a rodar con delera y ansia de fer kilometradas ta meter una buen alazet, y si lo foi en conchuntas, pues millor que millor.

Martes, 8.00 de la mañana, 4ºC en la calle, decido desayunar y acudir a Ruzafa, con la idea de encontrarme algún compañero que se atreva a desafiar los primeros fríos y compartir un par de horicas de charrada mientras mi cuerpo empieza a rodar, y poder llegar pronto a casa para seguir con las faenas cutianas.

Pues entre ERE’s, paro, funcionarios, los que van de tardes y tal, me encuentro una banda de lo más variopinto de la ciudad, donde los Bomberos, con nuevas galas, y los Tubulares copaban la mayoría en la parrilla de salida; el resto uno de cada casa, pero con el mismo fin.

La paradica del cafe es norma obligada no escrita, y nadie protesta.

La verdad es que aún no se cual es el causante, pero que el ciclismo está cambiando, de eso no hay duda, algunos acechan a la crisis el aumento de integrantes de las colletas mañaneras, otros dicen que hay aprovechar estos últimos días de buen orache y otros dicen que la culpa es de ZP…

Mientras tanto, el ciclismo que si que está en auge en la capi, a pesar de las aberrantes obras , que llaman "carril bici", es el ciclismo urbano, al cual estoy pensando seriamente en dedicarme a ello parcialmente y si no tiempo al tiempo.