Cuando el nada lo es todo

En la partí que lo personal fa referencia l’afer va entadebant pero abonico y con buen piet como gosaba decir lo mio yayo, m’ha tornau a trucar l’aire en cara y a curtame los labios, agún con ixo l’atra operación amanada ye lugo y habre de tornar a empecipar-ie, asinas que en ista anyada no veigo ya muita capacidat de esfrute competitivo.

El ciclista atiende, observa y deduce, eso sí, sus propias conclusiones…nunca fue amigo de la paciencia ni de la tranquilidad, aniquila cualquier causa que apacigüe la condición fisica formal y de aspecto. Hierve la sangre que aún corre por sus venas y lamenta las ocasiones perdidas, como si un partido de futbol se tratara.

Be careful! quema!!muchas horas de pensamieno y reflexión solo conducen a la locura



La ambición, su peor consejera, osara llevar al hombre hacia su límite, hacia una mente liberada, quizás solo por momentos con consecuencias de tristes pasos en el último baile. Son los peleles los verdaderos protagonistas del circo ciclista, aquellos que aplauden las insípidas actuaciones del poderoso, y lo seguirán haciendo, sea quien sea el que regale el trapo…ajena a todo, la hormiga llena su granero…




¿Locura transitoria?

  

¿Dónde está el fin de la ambición del “Ciclista”?, asumir riesgos preferiblemente asumibles no es arriesgado ya, tomar decisiones propias no es ya decisión…perder el norte es religión. Condicionado por su malestar, el escriba redacta pesimismo general, sin ánimo de contagiar…pero ya son muchos días buscando soluciones, y solo encuentra una… el aire en la cara como terapia.