Estos días en los que apenas levanto cabeza de las sincronizaciones dendroclimatologicas (esto sí son gajes del oficio), esperaba con ganas el poder soltar adrenalina ciclistas charrando con la colleta de los viernes en el Bar Las Nieves, centro de reuniones del comando, que aunque la reducida aventura que empezamos Toño (Medelin Ciclismo) y yo, ya hace algunos meses, va ganando adeptos rotativos, siendo un personaje fijo ya, el mismísimo triunfador del X Memorial Cabrero, El Pelao, que hoy me presentaba su nueva montura; y es que en primera estancia cuando me comunico que jubilaba el siempre mítico Colnago, pensé que definitivamente se le había ido la pelota, y es que nunca he sido aficionado a las obras de Berasategui Hermanos, pero he de reconocer, que me han sorprendido con una sobriedad y geometría agresiva, con unos nervios reforzados y eje sobredimensionado sinónimo de calidad.
La nueva maquina de Jorge De Vicente, seguro que la veremos entrar en primera posición muchas lineas de Meta
Con mis compañeros de Viernes en la Puerta del Bar Las Nieves.
Mañana para mí, es algo más que sábado, con permiso medico, montare por primera vez desde el día 1 sobre mi Merida, en un rodillo claro está, sin escatimar en precauciones tras la reciente retirada de las 23 grapas que cerraban la cicatriz que me quedo como consecuencia de la intervención, y con respeto a un reblandecimiento por sudor, volveré a pedalear conformándome con que sea indoor. Volver a sentir el cambio o la cinta del manillar en las manos, que es una sensación que no aprecias hasta que no lo tienes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario