23/1/09

Se buscan ídolos

Fixar un ídolo en do a población siga capaz de mirar-se, no ye un modernismo, dende l’año 0, ya bels barrenaus relixiosos escaban a qui idolatrar, t’agadixer os milagros y demandar clamenzia ante os pecaus.

A punto de cumplirse cinco años de la muerte del gran ídolo italiano del ciclismo por excelencia, Marco Pantani, quizás el mejor escalador que recuerdo desde mis reminiscencias y principios en este deporte; el ciclismo sigue haciendo comparativas y está en un proceso largo de busca de ídolos. Y es que un deporte épico, sacrificado, porque no decirlo, duro, necesita la compasión de un público, que siempre fiel en la cuneta, en ocasiones ha visto traicionado su confianza por aquellos que llamaban grandes, por aquellos que daban lo que fu era por retratarse a su lado, por un gorra o un botellín baboseado después de una dura etapa.



Hoy el ciclismo, carente de la grandeza televisiva que gozaba antaño, necesita encontrar un patrón de acuerdo con su grandeza, que reconozca el esfuerzo desde el patrocinador hasta el mecánico. Hoy todos los estados inmersos en el ciclismo tienen su pertinente protagonista sobre el pedal, a quien la prensa pueda ofrecerle media página a la semana en un periódico deportivo, (igual la he echado un poco gorda).

Desde Pantani a Bettini, mi lista de inspirados ídolos ha engrosado conforme pasaba los años dulces del ciclismo y mi manera y estilo de ver el ciclismo,; hoy puedo decir, que mi referente son todos aquellos que buscan horas donde no las hay para hacer ciclismo de baldes, sin esperar una nomina, ni que le limpien la bici, solo con la satisfacción de poder sentirse ciclista de amar el deporte por el cual le quitan tiempo al sofá, a la tele, o incluso a al familia.

Pero esto, no es vendible, ni para prensa ni para tele ni nada; ya de por si el ciclismo es uno de los pocos deportes en los que el espectador no paga entrada por ver espectáculo, no genera beneficios directos para el organizadores, con lo que ello conlleva, engrandeciendo más esta adicción; el espectador, el aficionado, el loco del ciclismo llena las cunetas de las clásicas de primavera, de los Dolomitas, del L’Angliru pasando frio , calamidades , grandes esperas para ver pasar en un par de minutos la serpiente multicolor….y aun con eso el ciclismo sigue vivo. ¿Qué pasaría si el futbol fuera gratis?¿Seria la decadencia del deporte del balón?.




Con ídolos o sin ellos, con comparativas o sin ellas, el ciclismo y toda la grandeza que ello engloba, ya es un ídolo, una adicción, un deporte que ha crecido sin ayuda de nadie, y no solo eso, sino que encima se ha recuperado de los grandes batacazos que ha sufrido por parte de aquellos que no han sabido entenderlo, prensa, tele y demás bazofia que han intentado eliminar un deporte por el que no se cobraba entrada, por el que los ídolos pueden caer de un dia para otro…pero no lo han conseguido y no lo conseguiran.

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