Comencipio a sentirme quasi-ciclista, fendo salidas de mas calidat y menos millas que surtan en lo aparato, contando los díyas ta un rechitar sportivo, anque la baruca se’n vaiga por atrás vals. He d’agradeixer lo refirme de los mios fiels amigosyando-me que d’una traza o unatra i son aduyandome.
Aún a riesgo de ser cansino y que hoy lunes, no sea el día de la semana más propicia para gustar semejante plato tras un domingo jotero, y que las piernas dejan de ser las mismas de cintura para abajo, hace miremos de bislai estos monumentos que el alquitrán nos presta.
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Un comienzo muy explosivo |
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Pendiente continua al 10% en los primeros 200mts. |
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La vista solo alcanza a ver dura rampa. |
Despláceme hacía el sur, donde las Altas Cinco Villas tienen su puerta, a conocer una rampa que hace las delicias de los bicicleteros de la capital comarcal. Simulan los obsesos las carreras de las Ardenas, pero es ese punto un huérfano monumento, y estéril a su vez, pues la descendencia la tiene algo difícil, a evidencia del final del asfalto y conviértase en tierra, siempre atrevida y enzurizadora… no habrá pelotón que lo transcurra.
Soi lo que foi ya presento en sociedad la subida a O Frago, en meses veraniegos pretéritos, y ahora tiene a bien, presentar en estos días de pecado y reflexión, Covaticaberg, sin querer poner punto y final a estas jautas aventuras de lunes y fiestas de guardar.
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Ni trampa ni carton, los mayores porcentajes. |
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Parece que suaviza... |
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El asfalto continua, el muro termina. |
Si pues, las estadísticas se muestran interesantes, pero siempre superables, quedando estas en 1000 m. clavados de ascensión con un porcentaje máximo de 17% y una media del 8,3%, a posteriori marca del aparato.
No es esto si no que una propuesta a la mente abierta de los días en que el pedaleo es una terapia física y psicológica, que todos conocemos.
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Buenas vistas de los Monstes de Asín y Ores |
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Habra que volver a casa ¿O que? |
Larga vida al aventurero!